La oratoria es el arte de hablar con elocuencia, de pronunciar un discurso ante un público con la finalidad de convencerlo, conmoverlo o persuadirlo por medio de la palabra, acompañada de una adecuada expresión no verbal. La oratoria representa un conjunto de principios y técnicas que permiten expresarnos con claridad, facilidad y sin temores ante un público, con la intención de transmitir un determinado mensaje.
Todo principio tiene un fundamento, de forma tal que cuando hablamos de oratoria, acudimos a la expresión básica de “hablar bien ante un público”.
En el mundo de la oratoria hay un aspecto significativo a tomar en cuenta, y es que más allá de la técnica, existen unos principios de vital importancia para el orador.
Ahora bien, se puede decir que la oratoria es considerada una forma particular de comunicación, en la que el orador divulga un mensaje a la audiencia, creándose así un vínculo comunicativo de carácter mutuo. Se trata de un acercamiento, una especie de sintonía entre el orador y el público, lo que se conoce como relación recíproca, así lo revela Jack Valenti en su obra “Aprenda a hablar en público”.
Cuando un orador se presenta ante una concurrencia, debe mostrar a través de su discurso vehemencia, ganas y pasión. El discurso es en definitiva, el instrumento fundamental de un orador al momento de actuar ante un auditorio.
En la oratoria, el orador debe estar en capacidad de llegar al público con firme convicción y credibilidad a través de su discurso. Para ello, debe prepararse utilizando esta herramienta a fin de alcanzar la excelencia, y transmitir de forma efectiva el mensaje ante la audiencia que corresponda.